La Biblia dice: “El corazón contento hace rebosar la alegría en el semblante; con la tristeza del ánimo se abate el espíritu” (Proverbios 15:13).
En la vida actual, muchos envidian el nacimiento y aspecto de los demás y sienten que su propio nacimiento no es bueno y su aspecto es corriente; después de casarse envidian la familia, la profesión y el ingreso de otros etc. Y siempre creen que lo que han ganado es menos que otros, e incluso se quejan unos a otros y viven en el sufrimiento. Entonces, ¿de dónde vienen estos sufrimientos? ¿Cómo obtener la vida feliz?
Dios dice: “Como las personas no reconocen las orquestaciones y la soberanía de Dios, siempre afrontan el destino desafiantemente, con una actitud rebelde, y siempre quieren desechar la autoridad y la soberanía de Dios y las cosas que el destino les tiene guardadas, esperando en vano cambiar sus circunstancias actuales y alterar su destino. Pero nunca pueden tener éxito; se ven frustrados a cada paso. Esta lucha, que tiene lugar en lo profundo del alma de uno, es dolorosa; el dolor es inolvidable; y, al mismo tiempo, uno está desperdiciando su vida. ¿Cuál es la causa de este dolor? ¿Es debido a la soberanía de Dios, o porque una persona nació sin suerte? Obviamente ninguna de las dos es cierta. En última instancia, es debido a las sendas que las personas toman, los caminos que eligen para vivir sus vidas”.
“Existe una forma muy simple de liberarse de este estado: decir adiós a la antigua forma de vida de uno, a los anteriores objetivos en la vida, resumir y analizar el estilo de vida, la filosofía, las búsquedas, los deseos y los ideales, y compararlos después con la voluntad y las exigencias de Dios para el hombre, y ver si todos ellos son acordes con estas, si todos ellos transmiten los valores correctos de la vida, llevan a uno a un mayor entendimiento de la verdad, y le permiten vivir con humanidad y semejanza humana. […] dejar a Dios que se haga cargo de tu vida y haga arreglos para ti, intentar someterte solamente a las orquestaciones y la dirección de Dios, no tener elección y convertirte en una persona que lo adora a Él”.
Resulta que nos sentimos dolorosos y insatisfechos es porque no conocemos la soberanía de Dios ni sabemos que nuestro nacimiento y profesión, y el entorno de nuestra existencia todos son determinados por Dios. Es fácil que queremos obtener el gozo y la felicidad, siempre que vengamos ante el Creador, conozcamos Su soberanía y caminemos por la senda que Dios nos ha preparado, nuestras confusiones y dificultades se resolverán.
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